Hoy en día, México se distingue por la variedad y la riqueza de panadería.

A continuación te presentamos un recuento de los panes más representativos de nuestro país:

1. Ojo de Pancha: Cuenta la historia que el nombre de este pan nació por un cocinero chino integrado a los ejércitos chinacos del siglo XIX, quien se inspiró en la forma del ojo de un animal, por eso también se le conoce como Ojo de Buey. Es un pan de masa reventada, decorado con una capa de azúcar granulada en el centro. Alrededor, la masa es hojaldrada, pero en el centro es firme.

2. Pambazos: Se trataba del pan “más corriente” en sus inicios pues se hacía con harina morena; su nombre viene de las palabras pan y basso o bajo, esto es pan bajo, es decir hecho para los pobres. La harina más fina era la más blanca, llamada “flor de harina”, para virreyes, obispos y otras personas con altos ingresos.

3. Pan de pulque : Tiene su tradición en la región norte del país y es herencia tlaxcalteca. Nacido de la bebida que acostumbraban beber en San Esteban. Se le denominó pan de pulque porque era éste la levadura empleada para dar volumen y cuerpo al pan, además se le pone azúcar, trigo y leche.

4. Pan de muerto: La celebración a los Fieles Difuntos es típica de México, tradición que nació en la época prehispánica cuando se hacían sacrificios humanos. En ese tiempo se representaba a un corazón sacrificado en forma de azúcar bañado con amaranto, lo que dio origen al pan de muerto de azúcar que simula tener huesos encima.
5. Cocol: El cocol fue considerado en la cocina tradicional de México durante la colonia; es un pan de harina elaborado con trigo amasado con miel y en forma de rombo. Es muy característico por su sabor a anís y canela y se trata de uno de los panes más viejos de nuestro país.