Con esos pocos ingredientes, el pan de masa madre es todo lo natural que puede ser el pan. Pero ¿cuáles son los beneficios que aporta?

  1. Se digiere mejor que el pan normal

Lo que es sin duda una buena noticia por los que padecen trastornos digestivos problemas como el síndrome de intestino irritable.

Parte del gluten fermenta durante el proceso de elaboración de la masa madre, lo que puede suponer una digestión más fácil en personas con trastornos digestivos, en quienes el gluten fermenta en el colon, lo que puede producir hinchazón y diarrea.

Hay quienes han suprimido el pan de su dieta, por problemas digestivos. La recomendación para ellos es probar a comer una pequeña cantidad y ver qué síntomas produce.

  1. Es más nutritivo

Con sus sólo tres ingredientes -harina, masa madre y sal- es más nutritivo que el pan normal, y todo se debe, de nuevo, al proceso de fermentación.

Todos los panes, de masa madre o no, contienen minerales esenciales para la salud: potasio, magnesio y zinc. La diferencia es que el pan normal también contiene fitatos, que son compuestos que dificultan la absorción de esos minerales.

El pan de masa madre, contiene niveles muy inferiores de fitatos, pues durante el lento proceso de fermentación natural, se descomponen la mayoría de dichos fitatos, lo que facilita en gran medida la absorción de los minerales por el organismo.

Muchos panes son altos en glucosa, lo que puede elevar la glucemia (o sea la glucosa en sangre) tras comerlos. El de masa madre contiene mucha menos glucosa, pues gran parte de ella se usa en la producción de la levadura natural.

Los lactobacilos, las bacterias que contiene la masa madre, son las mismas que contienen el yogur o el kéfir y las que los hacen ser buenos probióticos. Son bacterias “amigas” del sistema digestivo.